ATENCIÓN
En este post se habla de esclavitud sexual y lo que tuvieron que pasar cientos de miles de mujeres asiáticas en la II Guerra Mundial.
El 23 de septiembre, es el Día Internacional Contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas. El tráfico sigue siendo algo muy presente en nuestro día a día, ya que cada año se detectan miles de personas que han sido traficadas (y a saber cuántos más que no se han descubierto).
Principalmente son mujeres (aquí hablaremos de sexo biológico) y casi la mitad de ellas adultas, pero seguidas muy de cerca de niñas pequeñas. Como no es de sorprender (y por triste que sea), acaban siendo explotadas sexualmente.
Los hombres y niños son usados, principalmente, para trabajos forzosos y muchos menores, también son explotados sexualmente, o incluso llevados por sus órganos.
Asia Oriental y África Subsahariana son los lugares donde más víctimas se han encontrado; América Central y el Caribe, donde más explotación sexual hay (seguido muy de cerca por Norteamérica y Europa); África, donde la mayoría son llevados para trabajos forzosos; y en Asia donde hay casi lo mismo de ambos.
En España predomina la explotación sexual y cada año se detectan casi 200 personas, principalmente mujeres (y todxs lxs que no son detectadxs). La mayoría son de África, América del Sur y Europa del Este, aunque también se han encontrado de nuestro propio país.
Cada año, muchas mujeres son engañadas con la promesa de un trabajo y un futuro en un nuevo país, para luego, ser explotadas sexualmente.
Claramente, en tal día como hoy y dedicándonos a escribir sobre Corea, no podíamos no hablar de las «mujeres de consuelo» o «comfort women» (en japonés, 慰安婦, ianfu, de [w]ian, ‘consolar y entretener’, y bu/fu, ‘mujer adulta’. 위안부, wianbu en coreano). Mujeres que fueron secuestradas de sus casas por soldados japoneses y forzadas a la esclavitud sexual durante la Segunda Guerra Mundial.
No se sabe el número exacto de mujeres asiáticas que fueron explotadas sexualmente. Se estima que un mínimo de 20.000 (según el historiador japonés Ikuhiko Hata) y un máximo de unas 410.000 (según un autor chino). La mayoría siendo de Corea, China, Japón y las Filipinas, pero también de Tailandia, Vietnam, Malasia, Taiwán, Indonesia, Pasíses Bajos y otros territorios ocupados por las tropas imperiales.
RECLUTAMIENTO
Eran secuestradas o engañadas con la promesa de trabajo en fábricas o restaurantes (o incluso vendidas por sus familias) y, una vez reclutadas, eran encarceladas en "estaciones de consuelo" en su país o en el extranjero.
Estas estaciones fueron creadas por los militares para prevenir enfermedades venéreas y violaciones por parte de los soldados japoneses, lo que claramente no pasó, sino que se agravó. De hecho, unos 2.000 militares japoneses murieron por ETS.
La primera "estación de consuelo" fue establecida en la concesión japonesa de Shanghái en el año 1932.
También fueron secuestrados algunos hombres para satisfacer a los soldados de otras orientaciones sexuales.
Incluso después de la guerra se mantuvieron las estaciones de consuelo, las cuales eran visitadas por soldados estadounidenses hasta que en 1946, un año después de la liberación de Corea del Imperio japonés, Douglas MacArthur las cerró.
TESTIMONIO DE SUPERVIVIENTE
En agosto de 1938, mi familia fue detenida por la Policía al rechazar la orden de cambiar los nombres coreanos a los japoneses. Un oficial me dijo que si yo me ofrecía como voluntaria en el Cuerpo de Servicio Patriótico, mi padre sería liberado. Contribuí voluntariamente y de inmediato fui llevada a Yakarta, donde me forzaron a ser una ianfu. En el camino, me esterilizaron forzadamente. Ocho años después, en marzo de 1946 regrese a mi patria, Corea, en un barco.
LA VIDA EN LAS ESTACIONES DE CONSUELO
La autoridad japonesa estableció unos horarios donde las mujeres trabajaban de 8 a 10 horas (o incluso más) como esclavas sexuales, pero muchos soldados se presentaban en el lugar cuando querían y haciendo que cada mujer se viera con casi 80 hombres al día. Eran incluso violadas por los médicos que comprobaban si tenían alguna enfermedad venérea.
Aparte de esa tortura sexual, eran maltratadas y cuando quedaban embarazadas, eran obligadas a abortar con una droga llamada 606, de forma quirúrgica o eran esterilizadas a la fuerza.
DISCRIMINACIÓN
Las mujeres ganaban un mínimo salario que luego debía ir a su "proxeneta". Las mujeres japonesas y coreanas ganaban más que las chinas y obviamente, las japonesas eran más "importantes" para mantener la sangre nipona.
MUERTES Y CONSECUENCIAS
Aproximadamente tres cuartas partes de las mujeres de solaz murieron o se suicidaron, y la mayoría de las sobrevivientes se quedaron estériles debido a un trauma sexual, a enfermedades de transmisión sexual o a los continuos abortos forzados.
Aparte de heridas por tortura, sufrían enfermedades en el útero, deformación de hombro o columna (debido a la violencia de las agresiones) o artritis. Los síntomas mentales incluyen la depresión, TEPT, cefalea crónica, pesadillas e insomnio.
Además, las víctimas sufrieron luego el aislamiento, dificultades económicas y el rechazo social en la conservadora sociedad de su país.
MANIFESTACIÓN DEL MIÉRCOLES
Cada miércoles, mujeres de consuelo que sobrevivieron, organizaciones de mujeres, grupos cívico-sociales, grupos religiosos, y civiles, participan en la "Manifestación del miércoles" frente a la embajada japonesa en Seúl, de la mano de “El Consejo coreano para las mujeres motivado por la esclavitud sexual militar impuesta por Japón".
Esta manifestación comenzó a realizarse el 8 de enero de 1992, cuando el primer ministro de Japón, Miyazawa, visitó la república coreana.
En diciembre de 2011 se cumplió la milésima manifestación (En el Libro Guinness por ser la manifestación más larga) y para conmemorarlo, una estatua de una joven mujer fue levantada en frente de la embajada japonesa, Esto no fue del agrado del gobierno nipón y ha pedido retirarla en varias ocasiones.
ESTATUAS
Se pueden encontrar por todo el mundo (EEUU, Australia, Canadá, Alemania...) estatuas en honor a las víctimas y claramente, no le hace ninguna gracia a Japón. De hecho, ha cortado lazos con algunos de los países que las tiene.
La más famosa, es la que mencionábamos antes: la niña que mira a la embajada japonesa en Seúl (Edificio rosado en las fotos de arriba) y la que probablemente les haya enfado más es en la que un hombre se arrodilla ante una de esas mujeres. Pero no cualquier hombre, sino que se cree que es Shinzō Abe, del que hablaremos más adelante.
Se sitúa en un jardín privado en Pyeongchang. El dueño ya ha negado que sea Abe, pero la verdad, es que se parece mucho.
Las universidades coreanas se oponen a la petición de sus estudiantes de añadir una de estas estatuas a sus campus, ya que tienen miedo de perder estudiantes japoneses.
HOUSE OF SHARING
Esta casa fue fundada en 1992 (terminada en 1995, pero trasladada a un nuevo edificio en 1996) para las mujeres de consuelo que seguían con vida y en ella, vivieron y viven varias supervivientes. Todo gracias a las donaciones de organizaciones budistas y varios grupos social-cívicos.
En ella hay el museo de "la esclavitud sexual por parte de los militares japoneses" y desde 2017 hay una zona donde se muestra el arte creado por estas mujeres.
DISCULPAS Y SITUACIÓN ACTUAL
En 1987, cuando Corea del Sur se convirtió en una democracia liberal, algunas mujeres comenzaron a compartir sus historias. En 1990 todo se volvió más internacional cuando la gente coreana criticó a oficiales japoneses por negar lo que pasó. No fue hasta tras varios testimonios, que en 1993, el gobierno japonés aceptó lo que había pasado bajo su cruel imperio, pero todo volvió a cambiar en la década de los 2000, sobre todo cuando el entonces primer Ministro, Shinzō Abe, volvió a negar los acontecimientos y dijo que aquellas mujeres habían sido voluntarias.
Incluso trataron de cambiar las palabras "trabajadorxs forzados" a "trabajadorxs de la guerra", con la excusa de que algunas personas no fueron forzadas.
En 2015, ambos países llegaron a un acuerdo (el cual no hablaba de la violación de derechos humanos y tampoco de responsabilidad legal para el gobierno japonés) donde Japón donaría 1 billón de yenes ($9.63 millones) a una fundación para las mujeres de confort, la cual administraría Corea del Sur. Además, el entonces primer ministro, Shinzō Abe, se disculpó por lo que pasaron esas mujeres (a pesar de lo que dijo en 2007) y lo más importante, aceptaron "dejar el tema".
Esta fundación se disolvió en 2019, ya que no era lo que las víctimas deseaban, dejando aún varios billones de wones sin repartir.
Las supervivientes y el pueblo coreano (y parte internacional), no vieron esto bien, cuando Japón ni siquiera les da la compensación directamente a ellas, como dijo una superviviente, Lee Yong-soo, a la BBC, que no cree que estas conversaciones tuvieran en cuenta a las víctimas, solo el poder sacarse todo esto de encima y que no se hable más de ello.
Por más de 30 años, supervivientes de Corea del Sur, Taiwán, Filipinas, China y Países Bajos demandaron al gobierno japonés un total de 10 veces, perdiendo en todas ellas hasta enero de 2021 en Corea, con el total apoyo del nuevo presidente, Moon Jae-in, quien tampoco estaba a favor del acuerdo de 2015.
El Ministerio de Asuntos Exteriores estaba de acuerdo en que Corea se estaba saltando las leyes, pero a la vez, que este tipo de acuerdo no se podía hacer simplemente entre gobiernos y que había que tener a las afectadas en mente y dentro de la conversación. Algo que nunca ocurrió.
Toshimitsu Motegi, el ministro de Asuntos Exteriores de Japón, urgió a Corea del Sur a cesar esta sentencia judicial. Finalmente, en primavera, el mismo tribunal que aceptó la demanda en enero, la descartó al reconocer el derecho de Japón a la inmunidad a las querellas extranjeras. Una contradicción a lo que decía a inicios de año: "Japón no puede tener inmunidad a un crimen contra la humanidad".
No parece que Japón tenga ganas de volver a llegar a un nuevo acuerdo u ofrecer otra forma de compensación. Todo esto ha aumentado la tensión entre ambos países.
14 DE AGOSTO
Es el día en honor a estas mujeres, ya que fue cuando, en 1991, una víctima dio su testimonio, mostrando lo que de verdad ocurrió.
¡Esperamos que os haya gustado saber un poco más de historia! Quizás ahora entendáis porque Japón y Corea, muchas veces "chocan", ya que el Imperio Japonés hizo muchísimo daño al pueblo coreano (y a otros muchos), no solo a través de las mujeres de consuelo.
- Helena.
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